La escasez de resinas (polietileno, poliestirenos y polipropilenos) que son utilizadas para la fabricación de todo tipo de implementos utilizados en la vida moderna como botellas, bolsas, empaques y material de protección, llega a niveles alarmantes a escala mundial.
"Todo comenzó desde las tormentas tropicales de 2020 cuando algunas plantas en Estados Unidos detuvieron su producción. A eso se suma que China empezó a comprar resinas a Estados Unidos y que plantas europeas también están detenidas o en mantenimiento. Muchas se han declarado en fuerza mayor, es decir, en un status donde no están obligadas a responder a los contratos adquiridos previamente", explicó Ricardo Morán, presidente de ASIPLASTIC y director de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).
China absorbió la materia prima de Estados Unidos ya que no solo paga mejores precios sino además, de contado. Y otra fuente de resinas ubicada en México (como la empresa Braskem), también dejó de producir desde diciembre por problemas con el gobierno mexicano.
"Esta planta producía 4 mil millones de toneladas de polietileno y abastecía buena parte del mercado latinoamericano, ahora también las empresas mexicanas debe recurrir a Estados Unidos", explica el directivo.
En Latinoamérica, la empresa matriz de Braskem ubicada en Brasil no es una opción para proveer, porque también ha experimentado paros ya que durante la pandemia trabajó sin descanso para suplir la demanda, y Asia tampoco lo es porque la mayoría si tienen provee a China.
"Ahora podemos comprar algo en Estados Unidos y lo recibimos hasta en dos o tres meses, con fletes altísimos que si antes costaban $600 ahora cuestan $9 mil".
Industria fortalecida
Aunque las empresas manejan inventarios de seguridad solo para dos o tres meses hasta el momento ninguna empresa nacional del sector ha hablado de parar su producción. "Nadie dice cuando se resolverá este problema, al contrario anuncian más alzas para febrero y marzo", añadió Morán.
El plástico se ha vuelto un producto de primera línea, necesario para el empaque de alimentos, productos de bioseguridad, desechables y las mascarillas mismas incluyen microfibras de polipropileno.
"Durante la pandemia fue la industria del plástico la que más reportó aumento en materia de contratación de personal y nadie habla de reducirlo sino de buscar alternativas hasta que los precios se estabilicen o lleguen a un nivel razonable", explica Morán.
El representante de la ASI añade que es un tema complicado encontrar resinas, los fabricantes no pueden absorber ese 40 % extra en sus costos y deberán trasladarlo a sus clientes paulatinamente, ya algunas empresas están negociando precios con sus clientes de manera mensual.
Registrarse